Deja Dedicarte .

Mi cabeza deseaba explotar, pero estabas tú ahí. No lo hizo. Sin embargo, mi corazón sí explotó, explotó por ti. Y... ¿Sabes otra cosa? Me das felicidad en cada segundo, es tan increíble la facilidad con que me llenas la vida, solo con una sonrisa en tu rostro y una mirada que dice muchas cosas. Son momentos que no cambiaría por nada en este mundo. Son años en segundos. Son años enamorándome. Son años amándote. Años entregándote todo de mí, y aún faltan cosas. Y te cambiaré la vida, y la convertiré en la más dichosa y feliz de todas. Y yo seré tu ángel guardián, y guardaré tus sueños cada noche, cuidando de ti a cada instante y en cualquier situación. Dedicaré mi vida entera a servirte mi amo, mi amor. Cuando me necesites yo acudiré a tu llamado, pues solo soy una simple esclava entregando mi alma a la tuya, y créeme que lo haría nuevamente si volviera a nacer. Fui hecha y mandada para crearte y hacerte, enseñándote cada parte bella de las cosas, esas cosas que parecen simples a primera vista, pero si te fijas bien son las más complejas debido a la entrega que irradian. Pero ninguna de ellas es tan simple ni bella como tu existencia, ni es capaz tampoco de cambiar las cosas de rumbo, desviando caminos hacia un nuevo cielo con amaneceres soleados e íntimos, besando respiros interiores de cada ser.

Déjame escribir hoy para ti, con versos y rimas nuevas, con sentimientos intensos. Deja expresar mi alma junto a la tuya, tocándola suavemente con mis ojos y reflejos hablantes que demuestran la eficacia de conocer. Deja tocarte con mis manos para hacer más suave tu rostro, acariciarlo en un infinito destello de amor y paz, para permitirte dormir en mi hombro junto con mi cabello. Déjame también tocar tu cuerpo, para sentirlo dentro del mío y hacerlo parte de mi esencia, formarlo y amarlo como es. Déjame dedicarte una canción, quizás de amor o quizás no, solo déjame cantarte al oído una melodía interminable que retrate nuestro comienzo. Deja involucrarte en algo nuevo para que conozcas una realidad maravillosa. Deja mostrarte un paisaje iluminado de estrellas que nos guiarán hacia lo interminable y perfecto, sin estrés ni desacuerdos. Deja entregarte dulzuras extremas con sabores a cielos de alegrías. ¿No ves que eres tú al que yo amo?

Cuando tu rostro se acerca lentamente al mío, y con miradas susurras secretos sabidos, y silbidos a lo lejos nos acompañan, yo siento que nada me falta y que mi vida ya está concluida. Y seguidamente tus labios se unen con los míos en un simple suspiro de nerviosismo de personas que se aman, de personas que darían la vida por el otro. Un mundo extraordinario se me presenta a ojos cerrados, mientras mi mano toca tu rostro en busca de algún indicio de que estás ahí, y de que eres real; mientras mi otra mano se aferra a tu cintura con cierto miedo, no quiere dejarte ir. Y siento al instante tus caricias en mi cuello que suben despacio al compás del momento hasta llegar a mi boca y recorrer toda mi cara, junto a eso una vibración en mi estomago me hace estremecer, y escalofríos regalan un poco de quebrantos al momento. Son horas y horas así, y podría estar años. Y en ocasiones abro los ojos para mirar los tuyos y decirte lo que significas para mí, y tú me respondes con miradas sinceras y similares. Todo esto para volver a cerrarlos y caer nuevamente en la lucha de poderes, lucha de amantes, lovers. Y al finalizar, una sonrisa firme y dichosa cubre nuestros rostros, haciendo de nuestros labios un mar de perlas danzantes que gozan con su unión conjunta. Describiendo lo mínimo que soy capaz de percibir y sentir en tu presencia.

Sigue regalándome momentos infinitos a tu lado, porque yo te los daré hasta que los tiempos se agoten para nosotros, y si se agota el tuyo, el mío automáticamente se acaba... pues mi vida sin ti no sería nada. ¿Y sabes otra cosa? Yo te amo con mi vida entera Jorge Andrés.