Como poder retratar en palabras lo mucho que viví y aprendí en esta semana y media junto a mis mejores amigas, mas bien, las mejores amigas que puedan existir. La vida me sonreía todos los días, viendo sus caras de sueño al momento de despertar a las 2 de la tarde, y cuando había carrete a las 4. Carretes... día por medio. Uno para tomar, el otro para recuperarse, y el siguiente para tomar de nuevo, y así nos pasamos la vida. Y yo siempre queria bailar, pero nunca me apañaron las maracas xD. Y el tequila reinaba con su nenita, mujer, maraca y doble maraca. Puta las weonas ebrias a cagar. Pero lamentablemente nunca pude concretar tomarme un maraca, a lo más me tomé un mujer, pero yo solo le hacía a los nenitas.
Y esa noche... la peor noche que he pasado en mi vida.
Compañias y elementos: 6 amigas (me incluyo), luz de luna llena, miles de estrellas, playa, mar, olas, dunas, pasto seco, vodka naranja, cigarros, droga... un famoso Porro.
Eran las doce de la noche mientras tomabamos un vodka naranja en la orilla de la playa acompañadas de la luna y el sonido del rebentar de las olas. Los cigarros se desvanecían en mi boca y su sabor me daba igual. Reía con estupideces de la gente. Todo se desvanecía en cierta forma ante mis ojos...
La droga me activó, mas bien dicho, me alteró. El corazón se me aceleraba cada segundo más y yo pensaba que la vida se me iría. Cada minuto cambiaba mi tipo de conciencia y mi forma de ver. ¿Acaso era el fin del mundo? No recuerdo como di cada paso que me llevó a la casa, recuerdo los momentos concientes pero los borrosos ni pensarlo.
La noche... Vomito, lagrimas, dolores, gritos, llamados, arrepentimiento, pena. Me dormí como a las 6 de la madrugada.
Independientemente de eso, fue la mejor wea de la vida (L). Sin preocupaciones ni penas. Risas diarias y relajo de toda tensión. Risa, mucha risa. Alegría como antes. La verdadera.
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