Y estoy sola aún, y cuando miro a mi alrededor lo único que veo es agua. Un par de personas nadan, al igual que yo, hacia un destino limitado, lo que es una látima, porque tengo ansias de nadar mucho, incluso, por las partes prohibidas (quién sabe por qué razón lo están). Pero en fin, la paz se siente como en ningún otro lado, exepto en ciertas ocasones, con ciertas personas, pero aún así, el placer y la alegría es única.
Ya he tomado la costumbre de mirar su fondo, la curiosidad por saber sobre qué estoy flotando, pero a la vez, siento miedo y mi estómago se revuelve al ver formas extrañas de colores oscuros.
Es ahí cuando me nace la desesperación, ya que no hay nadie a mi alrededor ni algo de qué sujetarme, o velocidad suficientemente rapida para escapar de algún ataque. Solo giro sobre mi cuerpo y miro hacia el cielo azul y despejado, respirando con más consiencia cada vez.
Incluso, esas agua me han visto llorar, lo que fue nadar con rabia y desesperación en busca de el consuelo y las caricias saladas que siempre me han propinado. Son temas de nosotros.
Me asusta mucho, pero lo adoro. Adoro ver el color azul rodeándome, solos, el Azul & Yo.
1 comentario:
daj u.u
Publicar un comentario